Cuenta la leyenda que tan solo cuatro columnas mantienen La Isla a flote. Ya han caído tres de ellas y, aunque sus habitantes aún lo ignoran, una inquietud sin nombre los invade, como una bruma espesa cargada de malos presagios.
Los Porkos han tomado el control de La Isla, y ahora el Rey Porko la gobierna con pezuña dura. En uno de sus primeros decretos, el más imperdonable, ha prohibido una de las recetas tradicionales más queridas de La Isla: la sobrasada, que ahora se ha convertido en un bien de contrabando. Las redadas de sus esbirros perturban cada noche el sueño de los habitantes de La Isla, rompiendo el silencio con un escalofriante Poooooork Moooooort cuando descubren material de contrabando.
La gran araña Balanguera y sus treinta y tres aliadas, las Moiras, tejen sin descanso el destino de La Isla. Una y otra vez repiten el mismo motivo: el fin está cerca. Nadie se las toma demasiado en serio porque, al fin y al cabo, vaticinan el fin del mundo un puñado de veces al año.


